domingo, 26 de octubre de 2008

Bendiciones



Hoy me pedís hablar de bendiciones:

Retomando el anterior post en que decíamos que una intención fuerte de causar el mal puede ser suficiente para que el enemigo se decida a dañar a una persona, en este caso es lo mismo.

Cuando a una persona le deseamos el bien y que le pasen cosas buenas, es como una oración. El Padre siempre nos está viendo y al bendecir a una persona, le pedimos al Padre consciente o inconscientemente que le envíe cosas buenas.

Mucha gente afirma que las palabras tienen poder, lo que personalmente pienso es que las intenciones son las que lo tienen, bien expresadas con palabras , o bien con hechos.

Por otro lado tenemos bendiciones por otros caminos:

- La adoración eucarística. La presencia ante Jesús Eucaristía es un derrame de bendiciones, pues Él sabe lo que necesitamos y valora el hecho de que al adorarle, reconocemos que tiene todo el poder en el cielo y en la tierra. Y como una vez me dijo el Señor al corazón en una adoración: "El que viene a mi, nunca se va con las manos vacías".
Es impresionante cuando el sacerdote bendice a las personas realizando la señal de la cruz sobre las personas con Jesús expuesto en la custodia(sé de casos de hasta resucitar muertos).

- Podemos interceder por una persona, no sólo con una buena intención, sino pidiéndole al Señor directamente cosas concretas para un hermano. Pedir con fe y confiar en que si realmente es una cosa buena, el Señor lo dará a Su tiempo.

- En la presencia del Señor, Él da su Espíritu, bien sea en la Iglesia o en una reunión privada de oración, o leyendo la Palabra de Dios en el Espíritu, donde tienes un encuentro personal con el Maestro que es la Palabra hecha carne, y obtienes bendiciones al comprender cuando esa Sagrada Escritura se te hace Palabra de Dios. Por eso no es tema baladí el asistir a la Eucaristía, a grupos de oración, a congresos y retiros, porque las personas que buscan a Dios, lo encuentran y como hemos dicho, el que entra en la presencia del Señor no se va de vacío.

- En los sacramentos. Todo sacramento es un derramen de bendiciones hacia la persona (es necesario hacer hincapié en el poder de sanación interior de la Penitencia.

- Por imposiciones de manos en el que se pide al Espíritu Santo que actúe en la persona (no confundir con el Reikki, que por cierto hay un caso en que una persona a la que le hicieron reikki, le entró un demonio y llevamos con el caso más de dos años, así que ojito), se reciben bendiciones espectaculares. No tenéis más que leer la Biblia, tanto en Antiguo como en Nuevo Testamento, se pasan la vida imponiendo manos a todo el mundo.

Es humana la tendencia a destruir de palabra o de obra lo que nos molesta, pero si nos acostumbramos a bendecir en lugar de maldecir, las cosas cambian radicalmente, por eso el Señor pidió oración por los enemigos, por los que te persiguen y maldicen, pues si el Señor los bendice en abundancia, cambiarán sus sentimientos hacia ti, pues el Señor ha de respetar su libertad a un a costa de que hagan cosas malas. Si ellos deciden cambiar sus sentimientos, todo cambia.

domingo, 19 de octubre de 2008

Maldiciones

Mucha gente se pregunta si será efectiva una maldición.
¿Es posible que una persona disponga una serie de objetos, profiera una serie de palabras o cánticos y empiecen a suceder cosas extrañas al objeto de la misma?
¿Es posible que con sólo desear el mal a una persona con fuerza, todo le vaya mal?

Para una persona no creyente esto es absurdo; como mucho aceptaría que si ha visto el ritual o le han contado que "Fulanito" le ha echado un mal de ojo, se sugestione y condicione su comportamiento para que las cosas le vayan mal.

Como creyente creo en el mundo visible e invisible y todo cristiano que rechace la existencia de los demonios , está fuera de las enseñanzas de la Iglesia (es un hereje).

Conozco multitud de personas (entre ellas yo mismo) que nunca habían intuido que sus desgracias se debían a la acción especial de uno o varios demonios en sus vidas y realmente les han acontecido hechos desgraciados, que por la rápida sucesión temporal, desafían a las leyes de la probabilidad.

En el ministerio de liberación confirmamos que la mayoría de las personas que acuden a ser liberadas de espíritus inmundos, vienen por ser víctimas de este tipo de situaciones, a saber:

-Los demonios son criaturas invisibles (excepto para aquellos a los que el Señor les ha bendecido con carismas de visión) y están rondando alrededor nuestro, ejerciendo su acción normal que es tentar. Cuando una persona tiene un poderoso mal deseo contra otro, ellos lo detectan y se ponen a trabajar.

- Cuando alguien realiza un determinado hechizo o maleficio (no hay diferencia entre magia negra y magia blanca, pues la primera es llamar a los demonios para dañar directamente y la segunda es llamar a los demonios para que influyan torticeramente en la libertad de las personas para obtener un supuesto buen fin, cosa que va en contra de la voluntad de Dios que nos ha creado libres).

- Los distintos conjuros y circunstancias que los rodean, sólo sirven para indicar con mayor o menor concreción al demonio llamado lo que tiene que hacer (ejemplo: si para un hechizo de amor se pone pelo de la persona objeto del hechizo, el demonio puede leer el ADN y compararlo con posibles víctimas, hasta que da con la correcta. Por eso hay brujos más o menos poderosos, en función de lo concretos que sean con sus prácticas y el caso que les hagan los demonios, en función de lo que esperen conseguir de éstos, pues los demonios son libres, por mucho que se crea el brujo que ha atado a un demonio, el bicho es libre, sólo le hace caso si espera conseguir algo que le interese.

Lo primero que hacen es pedir permiso a Dios para ejercer una acción especial contra el objeto
del mal deseo o práctica mágica. Y Dios puede:

- Prohibírselo. Si tal acción impide la realización de Sus planes.

- Permitírselo. Si desea que esa persona sea probada (puede incluso pedir al ángel de la guarda que se retire y permita la acción del demonio sin cortapisas) para obtener mayores bienes.

- Dejar que las cosas sucedan sin Su intervención directa, con lo que se entabla una batalla espiritual entre el ángel de la guarda y los demonios que atacan. El resultado depende de la vida espiritual de la persona (si reza y pide la ayuda de lo alto, tiene más posibilidades de que no le pase nada. Si su vida espiritual es deficiente, es posible que sea afectado por las desgracias). Pero el Señor puede actuar cuando le plazca, aunque personalmente no tienta a nadie, sólo puede permitir el desarrollo libre de la acción del demonio hasta que Él lo estime oportuno, pero siempre para obtener mayores bienes en la vida espiritual de la persona.

A veces se permiten estas cosas para que la persona se acerque más a Dios. Son casi el 100% de las personas que vienen a rezar por liberación, que comienzan una vida espiritual y se acercan definitivamente al Señor, después de haber pasado por experiencias de éstas y ser liberados.

Todos los santos (si se leen sus vidas) han pasado por la experiencia de ser atacados por los demonios (noche oscura del espíritu) y si cualquier ser humano quiere saber de primera mano lo que es un ataque preternatural del enemigo, sólo tiene que buscar a Dios de verdad. A medida en que comience a dejar el mundo y acercarse a Dios, no hará falta que le echen maldición alguna, ya vendrá "la Culebra" a presentarse.

Algunas citas bíblicas de interés:

- Si 28, 13 " Maldice al mentiroso que pasa el soplo que ha perdido a muchos que vivían en paz".

Hay ocasiones en que las escrituras invitan a la maldición y otras en que se aconseja que no se maldiga en ningún caso

- Job 1, 6-12; 2, 1-7; Satanás pide permiso a Dios para tocar al justo.

- Sal 22(21)
- Lamentaciones.

Sobre el efecto de las maldiciones y la acción de Dios para librar.

- Pr 26, 2 " Como gorrión que revolotea y golondrina que vuela, la maldición gratuita no alcanza su fin".

Con el consiguiente corolario de que la maldición que no se lanza a la ligera, sí lo alcanza.

- Jesús maldijo a una higuera y se secó hasta las raíces.

- Gál 1,8 .El que os predique un evangelio distinto, ¡Sea maldito!

La pregunta es: ¿Es lícito maldecir a una persona con el fin de que se acerque a Dios?
San Pablo amenaza con ejercitar su autoridad si no se convierten de su conducta.

- Ef 6, 10- 20 El combate espiritual y sus armas.

Entre otras muchas

miércoles, 1 de octubre de 2008

Perdón

Hola a todos:

Hoy por fin puedo volver a escribir algo.

He estado más liado que el moño de una loca asistiendo a retiros espirituales mezclados con mi trabajo
y ayudando al Sacerdote en el tema que nos ocupa.
También me fui unos días de vacaciones y de postre me han pedido en mi grupo de la renovación que de una charla acerca de la humildad; jo, qué temita.

Para ilustrar, el Señor me dio el miércoles pasado una lección que es bueno que refleje aquí.

La parábola del ángel y el grillo (caso verídico comprobado por varias personas):

Estábamos rezando por una chica dos sacedotes y yo. Llevábamos como hora y media rezando.

En esto que me da por ponerme a adorar al Señor (siempre se reza con el Santísimo expuesto), de rodillas delante de la custodia diciendo palabras de alabanza, hasta que se van convirtiendo en lenguas de Espíritu Santo.

El Señor me ha regalado el don de conocer a mi ángel de la guarda y cómo actúa sensiblemente y al adorar, de repente, el canto en las lenguas del espíritu se hace más grave, más solemne, grandioso, majestuoso, acompañado con gestos que realzan la oración en lenguas; entonces caigo en la cuenta de que es el ángel el que está orando y aunque es mi cuerpo el que habla y se mueve, mi conciencia queda en un segundo plano, como la de un simple observador, aunque es libre de seguir orando o distraerse.
En esto empieza a cantar un grillo que se había colado en la capilla. A mí me molestaba un poco aunque estaba todo en armonía. Los sacerdotes alabando a Dios, el grillo cantando y el ángel adorando y yo como espectador , aunque también adorando al Señor, todo así como un par de minutos.

Y entonces me quebranta el Señor y me dice :"¿Ves? Desde las criaturas más excelsas hasta las más humildes, estáis en vuestro sitio adorándome, dándome gloria y alabanza en la medida de vuestras posibilidades".
Con los ojos llorosos, me doy la vuelta y se lo cuento a los demás.

¿Cabe mayor resumen de la humildad? Cada cual con los dones que ha recibido del Señor ha de ponerse al servicio de los demás, sin dejar de alabar y glorificar al Señor. Esto es la respuesta a la gran pregunta de "Para qué estamos en esta vida".

Pero eso no es todo. Al día siguiente en otra oración (en la que yo no estaba) me contó el sacerdote que rezando por otro caso el grillo había salido de su escondrijo, se había puesto a su pie y se había puesto a cantar y él con mucho cariño lo cogió y lo apartó para evitar un accidente.
Al cabo de un par de días el grillo se debió ir de la capilla porque no hemos visto su "cadáver" y claro, el animalito tendría hambre.

Imagino que no me vais a creer, pero de vedad os lo cuento como pasó. Y esta "parábola del grillo" la voy a contar como os la cuento aquí , el sábado después de la charla sobre la humildad.

Un Saludo y ya os pondré más cosas. Si algún biólogo me pudiera aclarar una explicación lógica, pero lo normal con estos bichos e que si oyen barullo o ven luz se queden callados y escondidos, lo de salir y quedarse quieto y cantando a los pies de una persona no tiene mucha explicación.

Otro día os contaré lo de los bichos que se han "materializado" en la capilla y en mi casa.