miércoles, 17 de junio de 2009

Ajustarse a la voluntad de Dios

Queridos hermanos:

Jesús vino al mundo a hacer la voluntad del Padre.

María sólo dijo: "Hágase"

Entonces, ¿por qué nos empeñamos en hacer nuestra voluntad?

Hemos de discernir qué quiere el Señor de nosotros.

Es equivocado hacer algo distinto de Su voluntad tanto por debajo como por encima, porque al final lo que pasa es que no se realiza lo que encaja en el plan de Dios. Un ejemplo:

Si el Señor quiere que estés tocando la guitarra en el ministerio de alabanza y tu no lo haces, no está bien; pero tampoco está bien que te vayas al ministerio de oración por los enfermos, o que salgas a la calle a dar de comer a los sin techo.

En las cosas del Señor todo encaja perfectamente y si estás en la Voluntad de Dios todo funciona, el Espíritu se derrama y sientes la unción, la alegría, el gozo,... y te sientes realizado.

Un saludo y que Dios os bendiga.