Según la Santa Madre Iglesia , Jesús es la cabeza y el cuerpo está formado por la Iglesia peregrina (los vivos), la Iglesia purgante (las almas que están purificándose en el purgatorio en sus distintos grados) y la Iglesia triunfante que son los que han llegado ya a la presencia de Dios. Estos son los santos.
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Dice la Palabra que cuando un miembro del cuerpo sufre, todos sufren y cuando un miembro es honrado, todos lo son, por lo tanto no puede estar bloqueada la comunicación entre las distintas zonas del cuerpo cada una con sus miembros, así como sigue la Escritura diciendo que la cabeza no puede decirle al pie "no te necesito" etc. En esto se demuestra que la interrelación es posible tanto a nivel intrazonal como a nivel extrazonal, esto es, que los miembros de cada zona del cuerpo místico pueden interactuar con los que están como ellos y comunicarse con los que están en la otra parte. Dicho de forma más sencilla:
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-Nosotros podemos interceder por otros hermanos, por las almas del purgatorio y orar a los que están ya en el cielo, para que pidan por nosotros.
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- Las almas del purgatorio pueden consolarse de sus sufrimientos unas a otras y amonestarse entre si, orar al cielo y pedir oración a los que estamos aquí abajo, bien como fantasmas, bien como ideas en nuestra mente (recuerdos) o bien poseyendo un cuerpo. Por supuesto todo esto tiene que ser permitido por Dios.
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- Y la Iglesia celeste puede compartir su alegría y su alabanza a Dios, puede interceder por las otras dos zonas y puede aconsejar y ayudar aquí en la tierra sobre todo en el combate espiritual.
En multitud de exorcismos los que tenemos algún don de visión, vemos cosas del estilo: "Estoy viendo a un monje con barba blanca con guantes rotos en la manos y cara de pocos amigos" .Y el sacerdote dice: " Ah , es el Padre Pío; gracias Padre Pío por venir a ayudarnos."
Lo normal es que sepamos de qué santo se trata y lo digamos directamente: " Está aquí el Padre Pío" y el sacerdote dice:" Gracias Padre Pío...."
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Otras veces el demonio se pone a insultar a quien esté. Recuerdo que a Madre Teresa uno le llamaba vieja bruja y otro le decía a una beata que jamás le iba a dejar ser santa , a lo que la buena mujer le respondía que le daba igual, que lo importante era estar con Jesucristo.
Personalmente he visto cómo el Padre Pío utilizaba el cuerpo de una persona que tiene el don de canalizar espíritus y se ponía a exorcizar (en italiano y latín) con efectos brutales.
Otros que vienen mucho a ayudar son Santa Teresita de Lisieux, el Beato Bártolo Longo (que fue satanista antes de su conversión), Juan Pablo II, por supuesto el Padre Pío y a veces San José María Escrivá, entre otros muchos.
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Un día me dice (san J.Mª.) "¿Oye y a tí no te gustaría seguir mi camino?" y yo le contesté : " No padre, que soy de la renovación" y me dijo: "Ah bueno, no pasa nada" ; y el sacerdote: " Este padre Escrivá, siempre arañando para su cesto, hasta desde el otro barrio". Y nos reimos un rato.
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La Iglesia celeste está aquí, con nosotros, con María, a la que tenemos obligación de alabar y bendecir, pues la Trinidad alabó a María (en el magníficat) y el Espíritu Santo hablando por boca de la Virgen dijo: "me felicitarán todas las generaciones". Mandato divino éste del Espíritu, el de bendecir y alabar los méritos de María, su humildad, su abandono,...
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Lo que pasa es que habitualmente no somos conscientes de ello, pero recordad que los ángeles, los santos, María y el Señor están aquí, en este mundo, a nuestro lado, esperando que les pidamos ayuda, pues si no se la pedimos, respetan nuestra libertad y no hacen nada, aunque les duela ver cómo nos equivocamos.
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La Iglesia purgante también vaga por entre nosotros, pero de otro modo. Es como si vivieran en un mundo paralelo al nuestro pero sin vernos. Sólo interactúan si el Señor lo permite.
En primer lugar están las almas perdidas, que murieron con pecados graves pero no rechazaron a Jesús como su salvador. Por estas hay que pedir mucho, pues si llegan en este estado al juicio final, se condenarán, pues no saben que lo que hicieron está mal y no piden perdón. A estos el Señor les permite aparecerse como fantasmas o grabar sus psicofonías o poseer un cuerpo. Hay personas en este mundo que esas almas las ven como faros de luz (don de almas) y se aproximan a ellas causándoles extrañas depresiones o sentimientos que nos son suyos; son de este tipo de almas que buscan oración. Al poseer se benefician de la vida de piedad que lleva la persona en la que entran y si se dicen misas por ellos o se rezan rosarios, se van al otro purgatorio, pues comprenden el mal que han hecho y piden perdón (por eso no nos cansamos de decir que Dios permite males para sacar mayores bienes, pues Él quiere que todos se salven, pero no puede forzar la libertad, pues sería negarse a sí mismo).
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Luego están los que murieron con pecados no confesados o rencores ocultos. Saben que están mal esos pecados y tienen que comprender que deben desprenderse de toda imperfección antes de entrar en la presencia de Dios. Por eso leer la Palabra de Dios aporta indulgencias, pues al recordar en el purgatorio los textos, pueden reconocer en qué se equivocaron y desprenderse de esas conductas que les impiden entrar en la presencia del Señor.
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Los que rechazaron voluntaria y conscientemente la salvación de Jesús, están en el infierno y no son parte de la Iglesia; están excomulgados por su propia voluntad o por el poder de la Iglesia (lo que atéis en la tierra, atado queda en el cielo y el Señor le dio las llaves del cielo a Pedro y a sus sucesores). Nunca podemos afirmar que estos se han condenado definitivamente, pues la misericordia del Señor es infinita, hace lo que quiere y Sus caminos no son nuestros caminos. La Iglesia reza sobre todo por las almas del purgatorio, pero en la liturgia de las horas en alguna ocasión por todos los difuntos, no sólo por los que murieron en Jesucristo.
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En rosarios se intercala entre los misterios la oración :" Oh Jesús mío, perdona todos nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno y lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu divina misericordia" , que es bastante ilustrativa y la dio la Virgen no recuerdo si en Fátima.
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Espero haber contestado un poco, pues de este tema hay ríos de tinta que escribir y aquí pongo algunas pinceladas basadas en la experiencia, en la Palabra y en lo que dice la Iglesia. Un Saludo.
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PD:Perdón por los puntitos, pero no había forma de que me lo separara en párrafos y los juntaba, haciendo el tema muy pesado de leer.