martes, 23 de febrero de 2010

Poder intercesor de María

Queridos hermanos:

Estábamos el otro día orando por una persona en un caso difícil; venga a pedir al Señor y venga a pedir al Señor.

En un momento vi la imagen de la Virgen y sentí en mi corazón, mientras miraba al rosario que tenía el sacerdote en la mano, las siguientes palabras:
"Dadme poder intercesor".

Inmediatamente rezamos un misterio del rosario y la cosa se desbloqueó casi en el acto.

Las lecciones que se agolpaban en mi cabeza hervían. Aquí pongo las que recuerdo:

- María ve la necesidad de cualquier situación, como vio que se acababa el vino en Caná.

- En aquella ocasión ella la presentó libremente a Jesús, porque estaba en esta tierra.

- Dios respeta la libertad aunque vaya en contra de Su voluntad.

- María puede presentar nuestros problemas a Jesús, pero debemos suplicar que sea nuestra abogada, a través de las oraciones, en especial del rosario, pues en el Avemaría, recordamos a Dios Padre el elogio que hizo de Ella a través de Su mensajero el ángel Gabriel (Salve llena de Gracia, el Señor está contigo), haciéndola digna intercesora; también recordamos a Dios Hijo el elogio que hizo de Su madre, cuando dijo que los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen, son Su madre y sus hermanos, pues el Avemaría es un fragmento bíblico que cumple un tercer mandato dado por Dios Espíritu Santo a través de los labios de la misma María cuando en el Magníficat dijo: " Me felicitarán todas las generaciones..."; a través del Avemaría cumplimos la orden del Espíritu de felicitar a María por las obras tan grandes que Dios hizo en ella por su humildad. Al cumplir la Palabra de Dios, Jesús nos mira como hermanos suyos, por tanto ya no somos extraños para Él y Le recuerda a Jesús que María es Su madre, porque cumplió tanto la Palabra de Dios, que Él mismo, el Verbo, se encarnó en sus entrañas.

- Por eso María insiste tanto en que se rece el rosario, porque armada de autoridad moral ante Dios, puede presentar los problemas de sus hijos a Jesús, pues Él nos la entregó como madre en la cruz, para llegar incluso a cambiar Sus planes en nuestro favor, como hizo en Caná de Galilea.

- Cuantos más rosarios más poder intercesor se le da a María para presentar a Jesús nuestros problemas, los del mundo y los del "otro" mundo, pues ella pidió que se añadiera al final de cada misterio aquello de "Oh Jesús mío perdona todos nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno y lleva a todas las almas al cielo, especialmente las más necesitadas de tu divina misericordia".

- Pero María presenta nuestra necesidad, tal y como nosotros la vemos y la sentimos, por lo que rezar el rosario de carrerilla, como para sumar puntos por ser el más rápido, no tiene tanto valor como rezarlo con todo el corazón, poniendo el alma en cada Avemaría.

Espero que esto nos abra los ojos a los que como a mí, nos cuesta tanto rezar el rosario.