sábado, 21 de junio de 2014

En la coronación de Felipe VI


Al escuchar el discurso de Felipe VI en su coronación, tuve la certeza de que este hombre puede ser la respuesta a las oraciones que muchos españoles y otras buenas personas realizan por la mejora de la situación en España.

Felipe VI ha visto desfilar por la Zarzuela durante toda su vida, a todos los tipos de perdonavidas y pelotas que bien han chantajeado a su padre o le han lamido el traserillo. Los conoce de sobra. 

Espero sinceramente que el nuevo rey, como parece, esté libre de tener las manos pringadas en asuntos sucios. Parece que líos de faldas no tiene, porque es evidente que ama a su mujer y la respeta.

Ahora (sólo había que mirar las caras de los diputados durante el discurso) todas las redes clientelares y de tráfico de influencias que tenían paso por la Zarzuela han caído. Juan Carlos ya no pinta nada. Y siendo viejos y pellejos tienen que volver a tratar de intimidar unos (Prisa, masonería,...) y hacer la pelota otros, para no perder lo que con tantos años de corrupción han conseguido.

Por fortuna y por el momento, Felipe VI parece un tipo poco ambicioso el lo económico y poco dado a ser un "picha brava" como su padre. Si está limpio del todo y no le pueden chantajear, podrá poner los cimientos para que, si supera los desafíos secesionistas inmediatos, poner los cimientos para que al final de la siguiente legislatura (+6años) tener un país lo suficientemente aseado, para dejar de ser la cola de los países desarrollados y tener un futuro prometedor.

En su próxima entrevista con el Papa, pido al Señor que le de Espíritu Santo, para que además de ser un ejemplo en las cosas del mundo, sea también un ejemplo en las cosas del Señor.

Soy algo más monárquico que republicano porque la monarquía parece algo más religiosa que la laica república; pero todos estos títulos y honores, son cosas del mundo. Poco tienen que ver con las cosas del Espíritu, pero por la historia bíblica tengo fe en que como dicen los libros sapienciales: "Un rey prudente trae prosperidad a su pueblo". 

Pido oración constante (como un servidor ha empezado ya a hacerlo), para que el Señor y Su Madre Bendita, protejan a este Felipe VI de todas las acechanzas de Satanás y de los que le sirven en este o en el otro mundo, y sea capaz de reorientar los esfuerzos de todos en una dirección de prosperidad, paz y ejemplo moral y ético.