domingo, 23 de diciembre de 2012

Pecado original y genética de Jesús.

Hola a todos:

Hoy voy a meterme en un berenjenal. Llevo más de un año con esta idea en la cabeza y voy a intentar escribirla, con la ayuda de Dios.

Si lo que pongo no es del Señor, pues que el Señor me perdone, pero va con la mejor intención.

Esto que escribo a continuación, se basa en el hilado de experiencias personales en los exorcismos, mis pocos estudios, algunos reportajes que he visto en internet y de iluminaciones que han aparecido en mi cabeza, hilando todos los datos.

Tenemos que remitirnos en primer lugar Gn 1, 26-31 , donde se narra el deseo de Dios de la creación del hombre y la mujer, iguales en dignidad ante Dios y se dice que Dios vio que todo lo que había hecho era muy bueno, por tanto podemos decir, que Dios crearía a un hombre y a una mujer genéticamente perfectos, preparados para vivir sin límite de tiempo y (estando la mirada de Dios sobre ellos) libres de accidentes, pues no les había prohibido comer del árbol de la vida.

Cuando el ser humano peca, permite que el enemigo intervenga en su naturaleza. La serpiente, deseosa de destruir la obra de Dios, comienza a corromper ese genoma perfecto, en primer lugar, dañando las estructuras de autorreparación del ADN , para causar la muerte y los genes que tejen la red neuronal, para que el ser humano por sí mismo, no pueda querer la voluntad de Dios, quedando en poder se la serpiente, hasta el nivel permitido por Dios.

Sabemos que una de las cualidades de Dios es la gravedad. Dios no hace nada inútil, nada que no tenga un propósito, por lo que afirmo que toda parte de ADN que no tenga utilidad (que no codifique genes o que no tenga una función explícita real; no hablo de las que todavía no hayan sido descubiertas), es producto de la destrucción por parte del enemigo, y que en un principio codificaba cualidades del ser humano hoy perdidas.

Es por esto que yo creo a la Biblia cuando afirma que Adán y sus primeros descendientes, vivían tantos años
y engendraban hijos a edades tan aparentemente tardías, porque su genoma no se deterioraba, ya que habían de pasar siglos para que el enemigo hiciera su labor de destrucción a medida que cada ser humano con sus pecados, le permitía corromper más y más su naturaleza, hasta el límite de ciento veinte años decidido por Dios, y que según la ciencia es la máxima edad que nuestros genes nos permitirían vivir hoy.

Los científicos sólo pueden ver lo que tenemos hoy y estudiar los vestigios, pero no se puede saber a ciencia  cierta cómo era el genoma real de los primeros seres humanos. Y es muy fácil atribuir a la evolución casual pura y dura las modificaciones del genoma, teoría que ya está muy anticuada, sustituida por la del "diseño inteligente", porque se ve evidente que es imposible que la simple casualidad, de lugar a lo que hay.

Al ser estas modificaciones permanentes en el genoma, se heredan; y como estos cambios son permitidos por Dios, para respetar la voluntad libre del ser humano de pecar, son consecuencia del pecado; por lo que podemos afirmar que nacemos con el pecado original, por el que entró la muerte en el mundo.

Pero Dios hace una promesa: Un descendiente restablecerá el orden y pisará la cabeza de la serpiente.
Este es Jesús de Nazareth.

Sabemos que nuestro genoma consta de dos colecciones de genes (pares de cromosomas) que codifican la misma información, una del padre y otra de la madre, excepto en el caso del varón cuyos cromosomas sexuales son diferentes.

Esto es así para dificultar que un fallo en una única colección, desencadene una enfermedad o provoque la muerte, ya que si el otro cromosoma lleva la información correcta, en la mayoría de los casos, el fallo no tiene efecto, o se atenúa mucho. Es como la "copia de seguridad" o "backup".

Por tanto tenemos que todo el genoma se conserva (excepto lo corrompido por la serpiente a los primeros seres humanos), pero en distintos individuos, de toda la raza humana y Dios ha previsto una línea genética pura (la promesa), la cual por sucesivas combinaciones de las distintas parejas (incluso adulterios y descendientes de prostitutas como Rahab y la mujer de Urías),  llega hasta los padres de María.
(El Diablo instiga constantemente al racismo, para que los desinformados piensen que esta hipótesis de que hay unos genes humanos no corrompidos, sea mal vista, pero estos genes están en todas las razas de toda la tierra, no en una en concreto).

Cuando Joaquín y Ana consuman su acto sexual que da origen a María, Estas dos colecciones genéticamente perfectas se unen, para dar origen a un ser libre de defectos genéticos, esto es , libre del pecado original y sus efectos (concepción inmaculada de María); una mujer con las estructuras mentales genéticamente perfectas, cuya morfología no está afectada por la intervención del enemigo, por tanto no condicionada de antemano a pecar, tal y como fue creada Eva antes de la caída.

 (Sigo recordando y prefiero escribirlo mil veces para que quede claro, que las estructuras y procesos mentales que conocemos ahora no son fruto de una evolución, sino de una involución, en sus orígenes Dios nos creó bienpensantes, pensando y sintiendo sin pecado , esto es, libres de concupiscencia, que es creación del enemigo, para cargarse la obra de Dios y que está insertada en nuestro genoma por Satanás y que se hereda de padres a hijos).

Esto tiene que ser así, porque María necesita ser totalmente libre para decidir si acepta o rechaza la voluntad de Dios, sin estar condicionada por ninguna estructura mental defectuosa, aunque invisible, procedente de los antepasados , por lo que en el "Sí" de María, la humanidad entera, se jugaba su redención. Si María hubiera dicho "no", hubiera sido como la primera Eva y el enemigo, hubiera podido volver a corromper, esta vez definitivamente (o no) la naturaleza humana.

Y entonces después de este "Sí" llega Jesús, el segundo Adán.

El primer Adán (siguiendo la hipótesis de que Dios no hace nada inútil), tendría una sóla colección de cromosomas 22 + X + Y que corresponden a los autosomas, que determinan la morfología del cuerpo, más los dos cromosomas sexuales que recogen la información para la transmisión de la vida.

Eva, al proceder del varón, tendría 22 autosomas + X que corresponde a la feminidad.

Al tener descendencia tendríamos los 2 conjuntos de cromosomas y los sexuales:

44 autosomas + X+ Y para los hombres; y  44 autosomas + X + X para las mujeres.

(Toda esta explicación tiene muchas aguas, para el que sepa un poco de genética, pero no podemos extendernos en demasiadas explicaciones, para que esto no sea eterno).

Así llegamos a María, descendiente y representante de la raza humana, porque tiene 46 cromosomas, pero libre del pecado original, porque su genoma es puro, libre de contaminación. Por eso María es el más perfecto ser humano creado. Ella fue preservada del pecado original, porque tenía que elegir libremente, pero en su naturaleza arrastraba el peso del pecado, el cual había de ser redimido por Jesús, para que su naturaleza retornara a ser como el Padre la pensó.

Por lo dicho la persona prometida y profetizada, había de ser una mujer, que es la que puede dar a luz al hijo de Dios. Y es por esto que Satanás instiga en todo el mundo contra la mujer, porque la odia, ya que sin su "sí" libre, era imposible su derrota.

¿Y Jesús? Dice San Pablo que Él es el nuevo Adán, por tanto ha de ser libre como Adán y formado igual que él, aunque en Su carne cargara con todo el pecado de la humanidad (esto es, con todos los recortes de las características humanas hechas por el enemigo a la naturaleza humana), pero libre de pecado (sin la corrupción de las estructuras mentales que inclinan a pecar).

Jesús es el cordero sin mancha, ofrecido al Padre por nosotros, para la redención de nuestros pecados.

Conocemos el fenómeno de la Meiosis, por el cual se forman los gametos (óvulos y espermatozoides) los cuales tienen sólo 23 cromosomas, para que al unirse, originen un genoma de 46), por lo tanto los óvulos de María tenían 22 autosomas, más el cromosoma X.

Dios tiene otra cualidad que es la de intervenir lo menos posible y de la forma menos evidente en las cosas humanas, para respetar la libertad de incluso no creer en Él, por lo que (esto es ya una hipótesis), sólo tuvo que aportar el cromosoma Y. Por eso Jesús fue engendrado, no creado, ya que un gameto por sí mismo, no se desarrolla a ser humano y menos masculino, sin la intervención divina.

Al ser un genoma perfecto el de Jesús, no necesita "copia de seguridad", como el de Adán cuando fue creado y como él, está libre de toda manipulación de Satanás, por lo que Jesús es totalmente libre de elegir.
Más la aportación del Espíritu, por lo que concluimos que el genoma de Jesús, sería de 22 autosomas + X + +Y, como el de Adán. Por esto dice Flp, 2 que se hizo en todo igual a los hombres, excepto en el pecado.
También dice la Escritura de Él: "Eres el más bello de los hombres"; está demostrado que cuanto menos defectuoso es un genoma, más bella es la persona, por eso las personas guapas, nos atraen, porque es más favorable la reproducción con ellas, por tener mejor genoma. Y María, por la misma razón, debía de ser bellísima.

Jesús es el único sacrificio agradable al Padre, porque no tiene resto de pecado en sus genes, es el hombre perfecto, y tiene la naturaleza divina, para ser el puente entre Dios y los hombres.

Satanás quiere hacerle pecar para que tuviera permiso de corromper aunque sea un infinitésimo Su genoma, por esa decisión libre, y así no ser una víctima perfecta, con lo que Su sacrificio no sería eficaz para la redención.

Pero no lo consiguió y la prueba es que se dio el Espíritu Santo, como cumplimiento de la Promesa.

Jesús venció en la cruz, entregando Su Espíritu como su último acto voluntario libre antes de morir (porque hasta el último segundo pudo decidir bajarse de la cruz), como uno de nosotros (pasible) y por nosotros (por amor). Tenía que entregar Su vida libremente, porque genéticamente no moriría, al igual que Adán, que fue creado para que subsistiera.

La Resurrección es la primera consecuencia de esa victoria. No la victoria en sí misma.

El cuerpo glorioso de Jesús que muestra a sus discípulos, comiendo, bebiendo, siendo tocado, se corresponde al cuerpo librado de toda la acción del enemigo en toda la historia de la humanidad, siéndole restituidos los pedazos de ADN corrompidos , dando lugar a un cuerpo "sobrevestido" y perfecto, tal y como lo diseñó el Padre al principio y como modelo de nuestra propia resurrección.

Yo estoy seguro de que han realizado el análisis del ADN de la Sábana Santa (y no como dicen que se les olvidó y que la Iglesia no permite volver a analizarlo), y que el resultado, de ser como postula un servidor, resulta tan increíble, que lo han tenido que ocultar.

Las personas que tengan posibilidad de hacer un análisis de ADN de la Sábana Santa, o del sudario de Oviedo o de cualquier otra reliquia de un milagro eucarístico en que una Hostia consagrada, se haya convertido en carne y sangre, comparen el resultado, lo publiquen y se vea la verdad.



Un abrazo a todos y Feliz Navidad.






lunes, 23 de abril de 2012

La importancia del Ave María













......................................................................................................Hola otra vez:

Hace varios meses estuve explicando la vida de San Ambrosio en el grupo al que pertenezco y mientra hablaba me vino a la cabeza una reflexión acerca de la importancia de recitar un Ave María con fe.

Espero que os sirva para comprender el acto de fe tan grande que es recitar esta sencilla oración teniendo la certeza de que la Virgen está escuchando.

Hacer esto implica en primer lugar creer que ella está en el Cielo físicamente, con Jesús, su hijo, y que tiene poder intercesor, cosa que niegan los protestantes, que afirman que hasta el Juicio final, nadie entra en el Cielo, sino que permanecen en el llamado "Seno de Abraham" y que por lo tanto ni la Virgen, ni los santos lo tienen.

Pero para que María esté en el Cielo, Jesús ha tenido que vencer, lo que significa que creemos en Su pasión, muerte y resurrección, y por tanto, en el derramamiento del Espíritu Santo, con cuya inspiración y Gracia, tenemos abierto el Cielo para nosotros y todos los que el Señor haya considerado dignos desde aquel momento.

Pero no sólo eso; para que Jesús haya vencido, ha tenido que existir, por tanto hacerse hombre y cumplir todas las profecías del Antiguo Testamento.

Resumiendo: Rezar un Ave María con fe, afirma que creemos toda la Biblia; en Dios Padre, en Su ley, en Sus profetas y escritos; en Jesús, en Su existencia, en Su Palabra, en Su victoria; en el Espíritu Santo, en Su acción en Su inspiración, en Su capacitación para la santidad; y en la Iglesia con todas Sus enseñanzas acerca de la Comunión de los Santos, el Cielo,...

Vemos entonces la importancia del Rosario rezado con verdadera fe y devoción. No rezado de carrerilla sin pensar.

Cuanta más fe, más eficacia tiene la oración, eso decía Jesús ("Si tuvierais fe como un granito de mostaza, le diríais a esa montaña: "arráncate y échate al mar" y lo haría").

Hagamos actos de fe lo más grandes posible al interceder con el Rosario. Por ejemplo un servidor de ustedes, personaliza el Avemaría nombrando a la persona: No es lo mismo decir: "...ruega por nosotros,pecadores..." que decir: "...ruega por Benedicto XVI, pecador...", o "...ruega por Pepito, pecador...". En serio, no es lo mismo. Lo hemos comprobado muchas veces.

Como tampoco es lo mismo decir:"...ahora y en la hora de nuestra muerte..." , que decir: "...ahora, Madre, que me he quedado en el paro y en la hora de mi muerte...", o "...ahora que mi hermano tiene hepatitis y en la hora de su muerte...".

Como el Rosario es una devoción privada, no litúrgica, se pueden hacer cambios. Cuando lo rezo en privado (y debería hacerlo mucho más a menudo), siempre en vez de "Dios te salve María...", que me resulta un poco distante, digo:"Dios te salve Mamá" que me resulta mucho más cercano y cálido.

En un rosario entero expresar la necesidad en cada Avemaría es largo, pero se puede hacer en la primera de cada misterio, pero si oramos por una persona concreta, es muy fácil intercalar el nombre en cada una.

Un abrazo a todos, que Dios os bendiga y María interceda por vosotros, ¡pecadores!