domingo, 25 de abril de 2010

Cosmología



Hace unos meses durante un exorcismo, el Señor me dio la visión de dos galaxias una blanca y otra azul que avanzaban, cada una en una trayectoria diferente, pero hacia un punto en el que convergerían.

A medida que se aproximaban de la galaxia azul, salían estrellas que se volvían blancas y se integraban en la galaxia blanca.

El Espíritu me explicó que la galaxia blanca eran los redimidos y la azul, los que estaban en poder de Satanás. Esto es lo que llamo un "flash" del Espíritu. Sucede en un segundo. El Señor te da un flash y luego te ilumina para que lo desarrolles con lo que has aprendido.

El punto de convergencia es el fin de los tiempos y las estrellas que se convierten, los que se sacan del poder de las tinieblas y se incorporan al reino de la luz admirable.

Dice Jesús en el Evangelio que nadie, ni siquiera el Hijo conoce el día ni la hora, sólo el Padre.

Y si fuera por el Padre, los tiempos no terminarían nunca, porque al ser infinito, puede adoptar un número infinito de hijos, bien porque directamente acepten a Jesús o bien por la intercesión de la Iglesia (Cristo actuando en Su Iglesia, la cual pide por todos, incluso por los que están condenados y si no ver las preces de las vísperas del miércoles III, le va quitando al enenmigo sus presas para devolvérselas al Padre).

En matemáticas existen lo que se llaman límites; y en esto, el límite cuando el tiempo tiende a infinito es que Satanás se quede solo.

A quien no le interesa de ninguna de las maneras que el mundo continúe es a Satanás porque , como dije en un comentario anterior, quiere chantajear al Padre con los que tenga en su poder al final de los tiempos (porque al final no queda nadie para interceder y la sentencia es definitiva), para a cambio de todos esos hijos del Padre, ocupar el lugar de Jesús. Este es el verdadero plan de Satanás. No es que le interese tener el mayor número de esclavos posible. Un ser tan egoista y tan poderoso como Satanás, no necesita esclavos que hagan las cosas por él, pues tiene capacidad de tentar a cada ser humano o angélico. Lo que pasa es que finge necesitar siervos, para engañarlos y que se queden con él, como moneda de cambio. En realidad, le estorban; porque los satánicos con sus aberraciones abren los ojos a los tibios y los animan a orar para reprender tanto mal. Con los ángeles caídos pasa otro tanto. Sólo son rehenes del verdadero enemigo de Jesús.

Por eso describe San Pablo cómo serán los hombres al final de los tiempos, porque al dejar de lado a Dios, el enemigo va tomando el poder del mundo y por eso Cristo describe los terremotos, las guerras,.... como los primeros dolores del fin.

¿Y por qué esto es así? Porque para que el Padre tenga hijos, es necesario que les otorgue y respete la libertad individual (Si Dios torciera dicha libertad, no tendría hijos, tendría robots) y para ello intuyo que el Padre tiene que limitar Su capacidad de conocer todas las cosas ( aunque el Padre tiene capacidad de saberlo todo, no quiere saberlo para no torcer la libertad de cada ser) al nivel que Él sólo sabe para estar en equilibrio con el otro lado oscuro.

Por eso un día me venía a la cabeza la frase "La carne es el árbitro". La carne es el árbitro en el que se desarrolla el combate entre las influencias divinas que acercan a Dios, y las satánicas que nos quieren separar de Él. La carne por sí misma es atea. No entiende del bien o del mal, sólo de lo que le gusta egoistamente (ley de la selva).

San Pablo nos explica que el pecado se acumula, hasta que llegue el día (el día de la Ira) en el que el pecado del mundo desate su propia destrucción. No es que Dios vaya a destruir el mundo. Así no actúa Dios, que es amor. Es el mundo el que usando mal su libertad, provocará su propia destrucción porque no hace caso a las inspiraciones de Dios y no le permite actuar para contrarrestar el poder del enemigo, el cual, como no quiere salvarse, actúa de forma contraria a Dios forzando y torciendo la libertad a través de la mentira.

Ya lo dijo Juan Pablo II que el principal desencadenante del mal del mundo es el egoísmo, porque un egoísta sólo se preocupa de sí mismo por lo que no tiene hijos y así el mundo se va acabando y se le quita gloria a Dios porque una criatura engendrada, es un nuevo hijo de Dios que le dará gloria por toda la eternidad, pero si no es engendrado, no existe (otro día os pongo dónde van los niños abortados natural o artificialmente) y nunca podrá dar gloria a Dios.

Además si ese egoísta tiene hijos, los educará en el egoísmo de forma que se va realizando una espiral inversa en la que al final se llega a un egoísta sin hijos.

(Ej.: Cuando EE.UU. se vuelva tan egoista que deje de proteger a Israel, los árabes le tirarán la bomba atómica, y así con todo individual o colectivamente).

En estos tiempos parece que el hombre quiere apartarse de todo lo que huela a Dios, y el enemigo avanza. Pero Dios puede realizar una nueva efusión global del Espíritu que mueva libremente los corazones de los hombres hacia Él y mandar mensajes a través de la Virgen o quien quiera en Su divino designio para que los hombres escuchen y no se hagan sordos. Todo menos convertir "por la fuerza".

Sólo el Padre lo sabe. Es la única respuesta posible que se puede dar a la pregunta de si estamos al final de los tiempos.

domingo, 4 de abril de 2010

Resurrección


Queridos hermanos:


Muchas veces me comentáis que escribo poco. Poco hago público, pero me paso el tiempo dándole vueltas al coco y escribiendo lo que creo que el Espíritu me inspira. Hoy va bastante rollo. Da que pensar. Me encantaría escuchar vuestras opiniones.

Hoy siento una moción interior a publicar esto acerca de la resurrección. Hay que tener la mente abierta y saber un poco de mates y física (a lo mejor le gusta a nuestro científico josé.a.), pero lo pongo de manera sencilla. (si queréis ver la proyección de un teseracto, está en la wikipedia).

Si digo alguna herejía es por ignorancia, no por maldad. Corregidme inmediatamente si detectáis alguna.


Hipótesis acerca del cuerpo de los ángeles y la resurrección:


Capítulo 1. Fundamentos:

Cuando los saduceos ponen a prueba a Jesús al preguntarle por la mujer que se casó con siete hombres, Él les respondió que en la resurrección seríamos como los ángeles (Mt 22, 23-30).
Pablo les habla a los corintios de la resurrección en 1 Cor 15, 35- 53. Aquí se dice que todos seremos transformados, revestidos de incorruptibilidad.
En 2 Cor 5, 2- 5 afirma que seremos revestidos de nuestra habitación celeste. Seremos sobrevestidos.
En Flp 3, 20-21 se dice que Jesús transfigurará nuestro cuerpo.

Matemáticamente existen infinitas dimensiones. Nosotros pasamos nuestra prueba en un mundo de tres dimensiones espaciales más el tiempo, que es el número mínimo de dimensiones, que sepamos, en el que se puede ejercitar efectivamente la libertad.

Capítulo 2. Hipótesis:

La dimensión 0 es el punto. No puede moverse en ninguna dirección en función del tiempo.
La dimensión 1 es la línea recta. Sólo se puede mover hacia delante o hacia atrás en función del tiempo.
La dimensión 2 es el plano. Se puede mover con más libertad pero sólo en dos dimensiones en función del tiempo, como una hormiga que sólo anda por el suelo y no ve nada por encima de ella.
La dimensión 3 es el espacio. Se puede mover y desarrollarse con mayor libertad en función del tiempo.

Pero…

La teoría de cuerdas usada en física cuántica para describir la materia prevé (según las distintas teorías) muchas más dimensiones, aunque de extensión pequeñísima prácticamente inobservable, como en las teorías Kaluza-Klein para el campo eléctrico que determinan que el “loop” del campo escalar sería de 10^-30 cm.

Observando las proyecciones de los hipercubos (como el teseracto que es el cubo de cuatro dimensiones), vislumbramos estas estructuras de cuatro dimensiones que son las más simples posibles para la dimensión 4 , como el cubo lo es para la dimensión 3 y el cuadrado para la dimensión 2.

¿Y si existen seres de más de tres dimensiones? Nuestros sentidos no estarían preparados para verlos, serían invisibles para nosotros. Sólo por una gracia sobrenatural podríamos atisbar alguna proyección de ellos en las tres dimensiones (videntes). ¿Y si nuestra materia en vez de ser únicamente tridimensional, tuviera componentes en otras dimensiones, no observables por nuestros sentidos?

Podríamos tener noción de ellos si proyectaran su imagen o acción sobre nuestras tres dimensiones (apariciones, psicofonías, ruidos, disfunciones eléctricas, poltergeists,…), de la misma manera que podemos proyectar la sombra de nuestro cuerpo tridimensional en el plano y podemos hacer “sombras chinescas” que parecen sombras de animales o podemos iluminar con una linterna una pared a través de una forma recortada.


Quizá es por eso que mucha gente refiere ver los demonios como sombras oscuras de formas amenazadoras, pues son seres de tinieblas y los ángeles como figuras brillantes, pues son seres de luz y sus proyecciones tridimensionales son luminosas, pues emiten luz (como se habla por ejemplo de los ángeles que estaban en el sepulcro de Jesús) y por eso algunos demonios pueden presentarse como ángeles de luz, proyectando la imagen de sí mismos que quieran. Se nos hace difícil imaginar en la lucha espiritual, qué ocurre para evitar que siempre se nos presenten los enemigos como ángeles de luz. Imagino que será cosa de jerarquías angélicas.

Dios puede manifestarse a través de infinitas dimensiones en las que la segunda persona, Jesucristo, fue engendrado por el Padre al otorgarle las dimensiones humanas unidas a la divinidad, pero con anterioridad a toda la creación, así Jesús asesorado por el Padre y el Espíritu, habría pensado toda la creación para ajustarla a Su forma. En este estado (pasible) fue enviado por el Padre para realizar la redención, y tras la resurrección fue infinitamente sobrevestido recibiendo todo poder (impasible). Por eso la redención se realiza en el cuerpo humano de Jesús, sufriendo realmente, para que Sus llagas nos curen, por eso siente angustia, porque en la pasión se va a destruir lo que Él es, no una apariencia de lo que es, pero el Padre lo va a resucitar, esto es, tomar esa existencia humana (que se había despojado voluntariamente de todo lo divino) y va a devolverle la gloria que tenía antes de despojarse, pero que incluyendo el cuerpo humano con el que quiso ser como nosotros (porque una cosa es ser de más de tres dimensiones y proyectarlas a las 3, y otra muy distinta es ser de tres dimensiones y Jesús quiso existir con su cuerpo de carne en esas 3D, más las otras).

Lo mismo nos pasará a nosotros, porque decimos en el Credo que creemos en la resurrección de la carne, pero esa carne será sobrevestida, como dice san Pablo. El mismo san Pablo habla de un hombre que subió en carne mortal al cielo y vio cosas inefables. Se cree que fue el mismo Pablo el que vio esas cosas ¿Cómo sería capaz de describir cosas de más de tres dimensiones? Pues diciendo eso del sobrevestido, de la transformación.

Y así dependiendo de la jerarquía angélica, el ángel sería un ser de las dimensiones con las que Dios le hubiera creado, no necesariamente correlativas y podría interactuar con otros ángeles o proyectar su imagen tridimensional en nuestro universo de tres dimensiones, o a las dimensiones inferiores para relacionarse con otros de menor jerarquía. Y de aquí que los ángeles rebeldes no quisieran servir a un ser que consideraban más limitado e inferior que ellos, Jesucristo, pues era totalmente humano.

Pero como Dice Jesús que seremos como ángeles, los ángeles son como seremos nosotros, por tanto tienen cuerpo, aunque dicho cuerpo no sea como el nuestro; pues los cristianos creemos en la resurrección de la carne, aunque ésta sea de más dimensiones y no la podamos ver. Es así como también será en la resurrección de los muertos; el Señor nos sobrevestirá y dotará nuestro cuerpo tridimensional de n dimensiones según le plazca (o según nuestras obras, ya que se dice que seremos pagados en función de nuestras obras). La salvación será igual para todos, pues todos los salvos resucitarán con Cristo, esa es la misericordia de Dios y la manera en que seremos sobrevestidos, será la justicia de Dios. De forma que los que más sean sobrevestidos (se les otorgue un cuerpo glorioso con mayor número de dimensiones), más cerca de Dios estarán y verán un mayor número de facetas del Creador, gozando más de Su presencia, porque serán capaces de ver más facetas de una misma acción de Dios. Por eso Jesús habla del los primeros y los últimos en el Reino de los Cielos. Dios no es mentiroso ni hace acepción de personas; es misericordioso y ama todo lo que ha creado, pero también es justo y paga a cada uno según sus obras, por lo que el cielo Él no tiene que comportarse de una manera con unos y de otra con otros. Se comportará de la misma manera con todos, pero los que estén con él verán Sus acciones con mayor o menor riqueza de matices, en la medida en que esté sobrevestido su cuerpo glorioso.


Imaginemos lo que es estar inmóvil a lo largo del tiempo (dimensión 0); pensemos en una persona discapacitada que no puede moverse, postrado en una cama.
Si esa persona tuviera una máquina que lo acercara o lo alejara a su voluntad (dimensión 1) sería más feliz.
Si dispusiera de una silla de ruedas que le permitiera moverse en el plano (dimensión 2) sería mucho más feliz.
Si se sanara y volviera a andar, saltar,… sería muchísimo más feliz (dimensión 3).

En esa progresión podemos imaginar lo que sería entrar en una cuarta dimensión ¿Qué seríamos capaces de hacer? Ejemplos de ello tenemos en las bilocaciones (como por ejemplo las del Padre Pío). Puede proyectar su existencia tetradimensional en varios puntos del espacio tridimensional al mismo tiempo, como nosotros podemos proyectar nuestra sombra en dos paredes y en el suelo simultáneamente. O las posesiones múltiples por un mismo espíritu inmundo en diversos lugares. O la presencia del Señor en todas partes, o de la Virgen o los ángeles cuando los invocan multitud de personas a la vez. Otros ejemplos de esto es la acción de los demonios encendiendo y apagando luces o electrodomésticos,…

Creo que el Señor nunca dejará de sorprendernos, por eso seremos infinitamente felices en la vida eterna, pues el Señor al poder expresarse en infinitas dimensiones y tener poder infinito, cuando hayamos disfrutado y conocido una dimensión, nos enseñará la siguiente y así hasta el infinito y los más sobrevestidos siempre estarán por delante de los otros disfrutando más de Dios y acercándose más a Él.

Por eso el mundo invisible puede interactuar con el visible y por ejemplo, las espadas espirituales tienen efecto en los demonios, pues serían armas de más de tres dimensiones, capaces de afectar a los seres correspondientes.

Así es también la Eucaristía: Aunque la proyección tridimensional sea pan y vino, están sobrevestidos de las dimensiones invisibles del cuerpo glorioso de Jesús.
¡Y ese poder se lo ha dado Dios a los sacerdotes! Por eso creemos que en la Eucaristía está el Cuerpo , la Sangre, el Alma y la Divinidad de Jesús.
Y comer este cuerpo nos sobreviste a nosotros ya en este mundo; por eso dice Jesús que si no comemos Su cuerpo y bebemos Su sangre, no tenemos vida en nosotros y por eso Él dice que al comer Su cuerpo y beber Su sangre, Él vive en nosotros y nosotros en Él, aunque sensiblemente no nos demos cuenta.

¿Será nuestro espíritu la cuarta dimensión de nuestra existencia y por eso las almas perdidas podrían proyectar en determinadas condiciones algo en nuestras 3D y es lo que quedaría en este mundo cuando desaparecen nuestras tres dimensiones al morir, si no son conducidas al Paraíso, al Infierno o al Purgatorio, esperando el juicio final?
¿No sería esa cuarta dimensión del cuerpo humano de Cristo la que vieran los difuntos cuando “bajó a los infiernos” y predicara a los muertos, que habrían quedado en la tierra; pues teniendo “derecho” a la redención pero sin haberse consumado, no podrían haber sido conducidos ni al infierno, ni al paraíso hasta haber escuchado a Jesús y decidir por sí mismos?

La explicación de las apariciones de Jesús con las puertas y ventanas cerradas es más verosímil así para los más racionalistas, pues el cuerpo resucitado y sobrevestido de Jesús podría proyectarse sin limitaciones en el espacio-tiempo que conocemos. A los demás nos basta la fe. Además Él quiso conservar sus tres dimensiones de este mundo, mostrando sus llagas, comiendo y bebiendo, realizando todo tipo de actividades y finalmente ascendiendo a los cielos.

Así podemos explicar a los incrédulos la asunción de María, pues habría sido sobrevestida por su Hijo, ya en este mundo. Y puede ser la mujer vestida de sol, pues el Señor la habría reconocido como a la mujer más gloriosa de la historia, estando por encima de los ángeles, por la gracia de Dios, ya que hizo la voluntad de Dios de la forma más perfecta en que la pueda realizar un ser humano, lo que nos da esperanza en que cuanto más vivamos de acuerdo a la voluntad del Señor en esta vida, de mayor gloria nos sobrevestirá el Señor en la otra. De ahí la constante invitación de las escrituras a ser santos y a vivir de acuerdo con el Evangelio.
Como también los incorruptos, que sobrevestidos por la Eucaristía, sus cuerpos son diferentes y el tiempo pasa de distinta manera en ellos (recordemos que no hay casos de incorruptos en iglesias cristianas que no consagran válidamente).

Y Jesús ha decidido quedarse en este mundo y participar en la historia a Su gusto, pero respetando nuestra libertad y es así como verdaderamente podemos tener un encuentro personal con Él ya que está aquí en esta tierra, porque vive con su cuerpo glorificado y se muestra a quien desea y sobre todo a los que le buscan. Y debemos dejar que Él obre en nosotros y estar dispuestos a hacer Su voluntad, porque quiere lo mejor para nuestro futuro, que es que seamos sobrevestidos de la mayor manera posible en este tiempo de prueba que es la vida.

De esta manera se nos hace más inteligible la comunión de los santos, pues los glorificados por el Señor no están limitados por el espacio- tiempo y pueden interceder simultáneamente por todos los que se lo pidan, adaptándose a nuestras dimensiones y contemplando el rostro de Dios al nivel que Él les haya permitido alcanzar.

Doy gracias al Señor porque abre mi mente y me muestra estas cosas. Aquí estoy para hacer Su voluntad. Aún conociendo estas cosas, sigo siendo un pecador y necesito constantemente de la gracia y la misericordia de Dios para que me perdone, pues soy incapaz de dejar de caer por mi mismo.